La batalla de Clavijo enfrentó a Ramiro I de León contra los musulmanes en el 844 d.C. Los historiadores afirman que la batalla pudo acontecer ante la negativa de Ramiro I de someterse al tributo de las cien doncellas, que consistía en un tributo de cincuenta hidalgas y cincuenta plebeyas,hacia el Emirato de Córdoba.La batalla tuvo lugar cerca de Logroño, en el monte Lanturce.
Todo estaba perdido para las tropas de Ramiro, que ya veían como los musulmanes les vencerían muy pronto. Pero una noche, en sus sueños, se presentó ante Ramiroel apóstol Santiago, animándole para no rendirse y seguir en combate. Según cuenta la leyenda, al día siguiente se presentó el apóstol en medio de la batalla. En los cielos se pudo ver una cruz roja en forma de espada y los musulmanes fueron derrotados al grito de Que Dios nos ayude y Santiago. La leyenda cuenta que el mismo Santiago descendió de los cielos para entrar a formar parte de la batalla. Desde la batalla de Clavijo, a Santiago se le conoció también bajo el nombre de Santiago “Matamoros” en diferentes representaciones.
Lamentablemente la memoria de aquella batalla que aconteció solo se recoge en la crónica del obispo Rodrigo Jiménez de Rada De Rebus Hispaneae bajo el título de Cronicón de las cosas sucedidas en España, también conocida como Historia Gothica o Crónica del Toledano.
El Voto de Santiago
Así fue como, tras la victoria, y en honor al apóstol, Ramiro se comprometió con su reino con el llamado “Voto de Santiago”, que consistía en un voto de naturaleza sagrada.
El Voto de Santiago, respecto a lo material, fue un compromiso que establecía un impuesto extra a pagar a la Iglesia, cuyo beneficiario era el arzobispado de Santiago. En lo espiritual, Santiago era elegido como santo patrón de España que, incluso a día de hoy, se celebran actos en su honor en la catedral de Santiago de Compostela.
El legado de la Batalla de Clavijo y el Voto de Santiago
Algunos historiadores sitúan la batalla de Clavijo en el año 856 d.C. Otros, en cambio, se remontan casi un siglo después en la batalla de Simancas en el año 939 d.C. Pero un determinado número de autores renuncian a que la batalla tuviese lugar en algún momento de nuestra historia ni que existiera el tributo de las cien doncellas.
Pero tampoco explican de dónde surgió – y de qué manera -, el voto de Santiago, que estuvo vigente hasta que las cortes de Cádiz lo abolieron como una de las primeras medidas en el año 1812. Algunos historiadores sostienen que es sorprendente como el incumplimiento de aquel voto fuese el inicio del hundimiento de España como potencia en el siglo XIX.
La batalla de Clavijo supuso la creación del título nobiliario de Solar de Tejada, así como la concesión de sus privilegios y escudo que han perdurado hasta la actualidad, siendo reconocidos por todos los jefes de estado desde Enrique IV.
